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¿Quién tendrá el valor, el brío, el arrojo, la bravura, el temple,………
de arrodillarse y pedirle perdón a estos ojos heridos, humillados, traicionados?
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EXTRAÑO Y BRUTAL PLACER POR LA AGONÍA Poema 101
Qué soledad la del toro,
qué soledad la de mis versos,
qué soledad que brota de esta gran herida…….:
Espesa la sangre resbala por el asico, tiñendo de rojo la tarde:
tarde de muerte sin luto.
La agonía gira torpe en el anzuelo de las banderillas
que rompen piel, huesos y ternura.
Torpe el picador rasga desleal la altivez:
así la mirada herida cae a la arena
y la ruta del puñal asesino ya está despejada a la sevicia.
Baila el capote como guadaña
y los segundos en el corazón de la soledad se hacen eternos.
El círculo humano, vestido de extraña fiesta,
se cierra al placer siniestro, absurdo e ilegible que es la tortura:
porque no es la muerte la que se busca, es la agonía en su tiempo eterno.
Labios resecos hay, ojos desmesurados hay, pieles resecas también hay,…
Y como ramilletes al absurdo, corazones de mujer desbocados bajo pechos en celo,
gritan en gemidos: ¡torero, torero, torero! ¡muerte, muerte, muerte!
Sudor rojo: lágrimas escarlata corren sobre la piel de este fuego equino,
la arena las recoge para intentar ocultar el terror humano
bajo el olvido de otra lluvia y otra y otra……
La muleta al vuelo: que es la conquista a la traición,
buscando los ojos de la fuerza convertida en furia,
así el puñal atraviesa la dignidad de la vida.
Esta es una de las fiestas del prehistórico homosapiens :
mira qué lejos está del vuelo del colibrí,
mira qué lejos está del corazón de Gandhi,
mira, qué lejos están estos ojos de contemplar la magia que es la vida.
Daniel Quiñones C.